En la ducha esperabas mi presencia y no aparecí. Durmiendo me
encontraba, mientras tú esperabas compartir la humedad de tú momento.
Mal te sentó esto y mal me supo al saberlo.
Pero, tras esa noche ha pasado y en tres ocasiones que, duchandome yo
y esperando tú visita, no la recibí. Y no porque durmiendo te
encontraras, más bien por querer saber o querer leer cosas de
terceros.
Mal me sentó, pero no te lo hice saber.
Feo título para tan tonto texto, repleto de tonterías...
Que lástima que no escribas más, me gustaba mucho leerte. Espero que vuelvas a encontrar esa inspiración que tan bonito te hacía escribir.
ResponderEliminarBesos!